Para el patio Aures en Montpellier, decidimos reunir pasado y presente a través de un elemento arquitectónico: la escalera, la cual establece un vínculo entre el edificio histórico y la manera en que se construye actualmente, ya que para nosotros innovar es entender algo existente y reconocerlo, haciéndolo de un modo distinto, siempre considerando el contexto existente, su historia y su memoria.
Secuencia, acerca al visitante al edificio a través de la continuidad. Sugiere la posibilidad de establecer relaciones entre el espacio público y privado a través del patio. Acentúa la escala e invita a cada visitante a comulgar con el espacio arquitectónico que lo rodea así como el ambiente que enmarca.
La pieza es el resultado de unir tubos de plástico rosa guiados por hilos soportados por estructuras de madera en sus esquinas, para poder mostrar los dibujos básicos de un proyecto arquitectónico a la escala real del elemento construido. Donde la escalera, observada desde distintos puntos del patio, se vuelve la montea en dos dimensiones: la planta, vista desde la azotea, el corte, visto desde el pórtico del nivel superior y el alzado frontal visto desde el acceso al patio del edificio.
Secuencia, acerca al visitante al edificio a través de la continuidad. Sugiere la posibilidad de establecer relaciones entre el espacio público y privado a través del patio. Acentúa la escala e invita a cada visitante a comulgar con el espacio arquitectónico que lo rodea así como el ambiente que enmarca.
La pieza es el resultado de unir tubos de plástico rosa guiados por hilos soportados por estructuras de madera en sus esquinas, para poder mostrar los dibujos básicos de un proyecto arquitectónico a la escala real del elemento construido. Donde la escalera, observada desde distintos puntos del patio, se vuelve la montea en dos dimensiones: la planta, vista desde la azotea, el corte, visto desde el pórtico del nivel superior y el alzado frontal visto desde el acceso al patio del edificio.